Los coches de auto-conducción son ya una realidad que circula por las vías californianas, aunque no exentos de problemas que la compañía de Mountain View tiene que ir solucionando sobre la marcha.

Y es que aquí se juega con fuego, puesto que un pequeño e inocente vehículo autónomo puede convertirse en un arma letal en la carretera, como bien saben los responsables de Google, que este lunes reconoció ser responsable del reciente accidente que protagonizó uno de sus coches Lexus RX450h, al chocar contra un autobús municipal el pasado 14 de febrero, al cambiar de carril para sortear unas bolsas de arena.

Según detalla un documento oficial publicado hoy por el Departamento estatal de Vehículos Motorizados del Estado de California (DMV), el coche de Google viajaba solo a 2 millas por hora y "pensó" que el autobús frenaría para dejarlo pasar, lo que no ocurrió produciéndose una pequeña colisión en la que nadie resultó herido o lesionado. ¿Por qué el coche de Google no optó por la prudencia esperando y cediendo el paso? Nadie parece saberlo por el momento.

Si bien se trata del primer accidente causado por culpa del coche de Google, la compañía ha reconocido haber hecho ya cambios en el software que gestiona la conducción automática de sus coches.

En cualquier caso parece que la compañía se toma muy en serio la seguridad de su disruptiva tecnología y no está dispuesta a dejar cabos sueltos investigando hasta el último detalle de cualquiera de estos pequeños accidentes por lo que la Autoridad de Transportes del Valle de Santa Clara seguirá investigando las circunstancias del accidente.