Investigadores sospechan que el sexo con robots podría llegar a reemplazar por completo las relaciones sexuales humanas en un futuro cercano.
Las ciencias robóticas siguen experimentando avances constantes que harían palidecer a los primeros sueños robóticos de los grandes escritores de ciencia ficción como el gran Isaac Assimov.
Una investigación realizada por Joel Snell, del Colegio de Kirkwood y publicada por Daily Mail, señala que existe un “riesgo” de que las personas se vuelvan tan adictas al sexo con robots, que lleguen a reemplazar las relaciones íntimas con otras personas.
Snell explica que el peligro reside en que los robots pueden llegar a ser mejores “amantes” en el sentido de que siempre estarán disponibles para satisfacer los deseos de los humanos, por muy alocados o extravagantes que sean.
Más allá de que a los robots nunca “les duele la cabeza” y están siempre dispuestos a todo, cabría plantearse si llegarían a satisfacer también algún tipo de necesidad sentimental de los seres humanos, o si solo serían una herramienta para satisfacer instintos muy básicos.
Sin embargo este problema podría terminar siendo una virtud ya que sería posible disfrutar del sexo sin necesidad de formar un vínculo afectivo con las máquinas.
Un estudio relacionado a esto, le preguntó a 2,816 personas sexualmente activas, el 72 por ciento mencionaron que sí tendrían sexo con un robot, mientras que el otro 28 se negó.
Snell sospecha que los usuarios de estos robots terminarían por “reacomodar sus vidas” en torno a sus adicciones, en este caso, el sexo con robots.
El problema es que esta falta de limitaciones y facilidad de acceso al sexo podría desencadenar “obsesiones con los leales y complacientes amantes robóticos”, que podrían terminar en una peligrosa adicción.