Después de unas pocas décadas utilizando estos pequeños símbolos, los emoticonos son ya una parte esencial de nuestras comunicaciones.
Absolutamente necesarios para mostrar el tono, el contexto y mejorar la competencia comunicativa, los emoticonos han evolucionado, aumentando en variedad y temática, configurando una especie de alfabeto gráfico digital, fundamental en las aplicaciones de mensajería instantánea y las redes sociales.
Una reciente investigación realizada por el Dr. Owen Churches (escuela de psicología de la Universidad de Flinders en Adelaide), ha demostrado que los emoticonos se han vuelto tan importantes que nuestros cerebros reaccionan ante estos símbolos de forma similar a como lo harían ante los rostros y gestos humanos.
Cuando vemos un rostro humano e interpretamos sus gestos, se activan redes neuronales del córtex occipitotemporal en nuestro cerebro.
Estas reacciones han sido estudiadas mediante sofisticadas técnicas como la tomografía por emisión de positrones (TEP).
El doctor Churches mostró series de emoticonos a 20 participantes demostrando que el cerebro activa las mismas áreas cuando ve estos símbolos que ante los rostros humanos cuando se muestran ordenados de izquierda a derecha. Sin embargo no ocurre lo mismo cuando estos símbolos se muestran en orden inverso.
Esto significa que hemos desarrollado la capacidad de leer este tipo de símbolos :-), como si representaran un rostro humano pero no interpretamos lo mismo ante un símbolo como éste :-( o invertido de derecha a izquierda.
Los emoticonos son un nuevo tipo de lenguaje que al igual que los demás está en constante desarrollo y evolución. El medio digital es global, anárquico y mucho más rápido por lo que en pocos años podremos comprobar como evoluciona el uso de estas nuevas formas de comunicación.
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