Nike quiere animar a las personas a recuperar su tiempo libre y salir a la calle, hablar, caminar, en definitiva moverse; y nada mejor para ello que poner el acento en la enorme cantidad de tiempo que a su modo de ver, desperdiciamos en las redes sociales, haciendo cosas habituales como comentarios intrascendentes, likes, retweets, enviar emojis, stickers, o simplemente ocupar nuestro valioso tiempo en los populares juegos de Facebook.

“Precious Time” es una campaña de vídeos minimalistas de distintas temáticas en los que sobre fondo negro vemos unos textos en blanco que nos muestran las supuestas actividades rutinarias que según Nike nos llevan a perder el tiempo de forma absurda día a día.

El spot principal de "Time is Precious" nos advierte de que solo dura 1 minuto bastante menos de las 10 horas al día, 152 días al año o 32 años de nuestra vida que según la compañía pasamos mirando la pantalla de nuestro móvil, tableta u ordenador, con entretenimientos tan fútiles como ver vídeos de gatitos, enviar stickers, emojis, subir fotos de vacaciones, informar de nuestros movimientos en tiempo real –especialmente lo que comemos o bebemos-, cambiar una y otra vez nuestra foto de perfil, o ver la última extravagancia audiovisual de un descerebrado youtuber.

De esta forma los vídeos de idéntica factura se dividen en distintas categorías, “Comentarios”, “Amigos”, “Fotos” y “Zombies”.

El concepto creativo realizado por la agencia W+K Portland’s, se ajusta con precisión a uno de los mayores retos a los que se enfrenta la gran firma de ropa deportiva, la ingente cantidad de tiempo que las personas pasan cada día sentadas mirando una pantalla.

Sin embargo como algunos ya han señalado, los comerciales de Nike también hay que verlos en algún dispositivo o pantalla por lo que de alguna manera nos encontraríamos ante un mensaje contradictorio, algo a lo que Nike ya ha respondido argumentando que los vídeos tienen una calculada duración de solo 1 minuto, precisamente para poner en evidencia el poco tiempo que representan respecto al que gastamos cada día en otras actividades digitales.