La nueva campaña para San Valentín del Corte Inglés ha sembrado la polémica en las redes sociales a causa de un contenido que muchos han percibido como machista.
Bajo la dirección de Roberto Pérez Toledo, los grandes almacenes han producido 5 vídeos en los que relatan diferentes historias de amor, situaciones que muestran distintas maneras de vivir una relación y disfrutar del sentimiento más vital.
La campaña lleva por nombre #LaSuerteDeQuererte y está compuesta por los cortometrajes: "Sí a todo", "Yayoselfies", "Doce o trece tequieros al mes", "Chica pidiendo matrimonio a su novio" y "Equis o corazón".
Precisamente este último es el que ha fomentado el debate por confundir el amor con el control de pareja. El audiovisual muestra una pareja en una cafetería que charla sobre su actividad en las redes sociales, concretamente en Tinder, red en la que se conocieron. El chico pregunta a su novia si ya ha borrado su perfil de la red social. Cuando ella responde que no, comienza un interrogatorio sobre lo que hace y no hace en ella. El chico se pone celoso y comienza a recriminarla los likes y conversaciones que tiene por la red con "otros tíos" y la acusa de estar ligando con ellos, ejerciendo una presión psicológica en su comportamiento que hace que finalmente la protagonista acabe prometiendo "controlarse con los likes" para conciliarse con su novio.
A causa de este guion han sido muchos los que en Twitter han reflejado su disconformidad, criticando la asociación que se hace del amor con el control, los celos o la posesión. Rasgos coincidentes con la anulación de la personalidad de una mujer.
Tras los acontecimientos y las quejas, el Corte Inglés ha decidido retirar el vídeo como parte de la campaña, incluso eliminaron el tuit en el cual habían publicado el corto para evitar su difusión por los canales oficiales.
Por su lado el director y guionista de los vídeos ha publicado también a través de Twitter su disconformidad con las críticas. En uno de sus tuit se podía leer "Mis personajes sólo intentan gestionar sus sentimientos como pueden. Jamás pretendo adoctrinar con lo que hacen o dejan de hacer".
El problema es que la comunicación forma las percepciones de las personas, sobre todo la publicidad, y sea su intención o no en este contexto su representación social normaliza una situación que no debería serlo. No se trata de un guion para un cortometraje que cuenta una historia, se trata de una publicidad que muestra tipos de relaciones de amor generando estereotipos, lo que conforma un imaginario colectivo que puede ser negativo para el desarrollo de una sociedad.