Apple como muchas otras marcas se centra en la Navidad para diseñar su nueva campaña. En estas fechas la publicidad se vuelve imprescindible tanto para fomentar las ventas en una época de regalos como para estar presentes en el recuerdo de la gente, porque en Navidad ocurre algo que no pasa en ninguna otra fecha del año, los consumidores están pendientes de la publicidad, la comparan, hablan de ella y genera expectación.

Los anuncios navideños construyen una época y se asocian a la experiencia y al recuerdo navideño personal, en estas fechas se convierten en algo más que comunicaciones comerciales que interrumpen un programa, son en sí mismos piezas que la gente quiere ver esperando creatividad y emoción.

En este caso y  para anunciar su flamante buque insignia el iPhone X, Apple ha creado una deliciosa historia de amor que sucede en las ornamentadas y navideñas calles de Nueva York, donde dos personas que se encuentran fortuitamente protagonizan un delicado y apasionante baile al ritmo de “Palace”, melodía de Sam Smith, convirtiendo las calles en un auténtico escenario de Broadway.

El anuncio dura dos minutos y lleva por título “Sway”. Se trata de una historia muy auténtica, pues los protagonistas son matrimonio en la vida real y además se conocieron bailando en una audición, de ahí la química y compenetración que hay entre los dos personajes cuando bailan al ritmo de los compases que oyen con sus Airpods.

Apple ha conseguido un anuncio mágico, artístico y muy navideño.

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