El nuevo anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual presentado por el Gobierno puede suponer un cambio radical para los sitios de enlaces y agregadores de noticias o contenidos de terceros.
Según explicó el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, en rueda de prensa el pasado viernes, con la nueva ley no sólo se perseguirá a quienes alojen servicios y contenidos ilegales, sino también a los sitios y buscadores que los enlacen con ánimo de lucro.
La reforma también afectará a los agregadores de noticias y contenidos creados por terceros, del tipo de Menéame o Google News, que a partir de ahora tendrán la obligación de mostrar sólo una entradilla o fragmento del texto cuya longitud máxima aún no se ha determinado.
Y lo más sorprendente, la nueva ley introduce la obligación para los agregadores de noticias de pagar una tasa a los editores de noticias y contenidos que enlazan, un gravamen que el gobierno ha denominado "compensación equitativa." Las fotografías quedarían al margen de esta tasa.
Soraya Sáez de Santamaría y el ministro de cultura informaron también de la creación de una ventanilla única para tratar con entidades de gestión aunque no se precisó el funcionamiento y composición de esta entidad privada.
La reacción de algunos perjudicados por la reforma no se ha hecho esperar. Ricardo Galli, creador del popular agregador de noticias Menéame, lamentó la llamada "tasa Google". Con esta ley, "la 'doctrina cultural' triunfante es la mercantilista", "con la complicidad necesaria de "intelectuales de la cultura".
Según Galli se trata de una ley extremadamente restrictiva, al estilo anglosajón, pero que añade una tasa como en Francia y Alemania. "Hemos perdido, y esto no lo cambiará ningún gobierno, salvo para hacerla más restrictiva", afirmó.
¿Solución? Según Galli, "Muy fácil, cualquier medio que opine o considere que copiar la entradilla es un ilícito, banearemos ese medio inmediatamente". La batalla está servida.
Queda por ver si la reforma final afectará de alguna manera a las redes sociales como Facebook y Twitter, grandes beneficiadas de la publicación de contenidos de terceros.