Google y Facebook permitirán que las páginas web con noticias falsas sigan apareciendo en los resultados de búsqueda pero desde ahora, no podrán financiarse a través de sus plataformas de publicidad.
Es una decisión tomada después del escándalo que ha afectado a ambas compañías por la posible influencia en la victoria de Donald Trump o la hecatombe de Hillary Clinton, según se quiera mirar.
Independientemente del poder de influencia de los medios en los votantes, parece de común consenso que los usuarios se informan cada vez más a través de las redes sociales como Facebook donde las noticias de medios serios y especializados que contrastan y verifican la información, tienen el mismo peso y credibilidad que las de medios sensacionalistas que tratan de atraer a la audiencia con falsas informaciones.
Lo cierto es que el lector a menudo no está preparado para saber distinguir la información verdadera de la falsa, sencillamente porque nadie le ha instruido para ello y simplemente confía en su sentido común. El mismo Zuckerberg ha dicho:
"No queremos más noticias falsas en Facebook, nuestra meta es que todo tenga sentido y entre nuestras responsabilidades está evitar que las noticias falsas se difundan. Me importa mucho, pero nos cuesta identificar la verdad. Mientras que algunas historias falsas se pueden desentramar fácilmente, otras no tanto. Sobre todo cuando alguien no está de acuerdo con un argumento y lo tacha como falso, aunque los hechos no lo sean. Y viceversa. Estoy seguro de que la comunidad nos va a ir diciendo qué es lo que tiene sentido, y que nosotros mismos vamos a tomar conciencia de nuestra arbitrariedad".
En cualquier caso estos medios sin escrúpulos han encontrado en las redes sociales un campo abonado para propagar sus fakes, atraer un mayor volumen de tráfico a sus webs e incrementar sus beneficios publicitarios.
Por ello Google dio un primer paso el pasado lunes anunciando que los sitios que publicaran noticias falsas dejarían de cobrar ingresos por su plataforma publicitaria Adsense.
"A partir de ahora, vamos a restringir la publicación de anuncios en páginas cuyo objetivo principal del editor y o del propietario de la web sea tergiversar o difundir información falsa", dijo Google en un comunicado.
Solo unas horas después Facebook optaba por una solución similar asegurando que no se mostrarían anuncios en las noticias falsas y hoax o mensajes falsos especialmente diseñados para viralizarse en la red.
"Hemos actualizado nuestra política para dejar claro (que el sistema de veto) también se va a aplicar a las noticias falsas", dijo un portavoz de Facebook en un comunicado. "Nuestro equipo continuará vigilando de cerca los posibles nuevos sitios de falsedades y monitoreando los existentes para asegurar el cumplimiento" de la nueva normativa de la red social.
Es cierto que Adsense y Audience Network son la fuente más importante de ingresos para las dos grandes compañías norteamericanas, pero también lo son para millones de editores en el mundo.
Cortar el grifo de los ingresos publicitarios a las webs engañosas y poco honestas puede ser un primer paso pero no una solución definitiva; existen otras muchas plataformas de publicidad y Ad Servers de los que pueden financiarse.