Francia se ha convertido en la mayor amenaza para la hegemonía de Google en Europa. El gobierno galo no ceja en su empeño de hacer pagar al gigante de Mountain View, los impuestos que a su juicio debería estar pagando por las actividades que realiza en suelo francés.
Pero investigar al Gran Hermano que todo lo oye y todo lo ve, no es en absoluto tarea fácil. El gigante de Internet ha sido investigado de forma totalmente secreta desde hace un año, por un equipo de investigación de la hacienda gala, cuyo nombre era “Tulipán”. Al mando de este equipo se encuentra la fiscal de finanzas Èlianne Houlette, que obligó al resto de los investigadores a utilizar un ordenador sin conexión a Internet para procesar los textos. Era la única manera de “pillar por sorpresa” al gigante americano y evitar cualquier tipo de filtraciones.
La investigación ha propiciado el registro de las oficinas de Google en París, el pasado 24 de mayo, donde los agentes franceses incautaron documentos con los que tratarán de probar la presunta evasión de impuestos, que podría llevar a Google a enfrentarse a una multa de 1.600 millones de euros.