Hace menos de un año, un estudio elaborado por Aliseda revelaba que Internet se había erigido como la opción preferida para buscar vivienda. De esta forma, del total de encuestados, un 71% optaba por la vía digital para encontrar nuevo piso, el 50% recurría a agencias inmobiliarias y el 44% contactaba directamente con los particulares. No obstante, dar con el inmueble adecuado sigue siendo una tarea ardua y plagada de dudas.
Al auge de las webs inmobiliarias se contrapone el desconocimiento de los usuarios sobre las herramientas de búsqueda y el proceso de compra. En este sentido, Dicho estudio señalaba que seis de cada diez españoles ignoraban los pasos a seguir, así como los derechos y obligaciones del comprador antes de adquirir el inmueble. Algo similar ocurre con las rutinas a seguir para localizar el piso ideal: ¿qué criterios de búsqueda emplear? ¿Qué herramientas nos brinda la web 2.0? ¿Cómo comparar viviendas? A continuación se ofrecen consejos y una breve reflexión sobre la búsqueda inmobiliaria digital.
El secreto, sea el medio que sea el que uses para buscar un nuevo piso, parece estar en ser paciente y tomarse el tiempo necesario en la búsqueda de la mejor oferta. Por ejemplo, www.haya.es anuncia promociones a nivel nacional de manera periódica. También resulta conveniente darse de alta en el servicio de alertas que ofrecen algunas páginas o combinar la búsqueda digital con la atención personal en oficinas.
Acotar la búsqueda de pisos a través de los motores de las webs inmobiliarias, obliga a tener claras las preferencias y nuestros gustos sobre el inmueble que queremos adquirir. Antes el comprador enfrentaba estas cuestiones de una manera diferente.
Ahora hay que tener claro, al menos, los siguientes aspectos: dónde nos gustaría adquirir el inmueble, de qué dinero disponemos y las características básicas de la vivienda (metros cuadrados, garaje, número de planta, etc). Es por esto que delimitar la zona de la búsqueda a una o dos, ser realistas con el presupuesto y redactar una lista de prioridades (por ejemplo, que el piso tenga tres habitaciones y zonas comunes) nos ayudará a ahorrar tiempo y energía frente a la pantalla.
Por otro lado, internet nos permite, sin salir de casa, acceder a recursos antes reservados a las oficinas inmobiliarias. Tal es el caso de los vídeos e imágenes de alta calidad colgados en la web, a partir de las que hacerse una idea relativamente realista del piso. También de la comparativa entre pisos de la misma zona, a partir de la que deducir el valor medio del metro cuadrado o el tipo de inmueble ofertado en esa área. Pero la cosa no termina aquí. Más allá de estas dos herramientas, muchos portales cuentan con simuladores de hipoteca que calculan el número de años y la cantidad de los pagos mensuales.
En relación a esto último apuntaremos un par de recomendaciones: por un lado, que el precio del plazo no supera el 40% del sueldo mensual; por otro, que contemos aproximadamente con el 40% del valor de la vivienda como inversión inicial (un 30% como primer pago y un 10% para los gastos relativos a la compra y a impuestos).
En lo que respecta a la comunicación con la inmobiliaria o particulares, el correo electrónico continúa siendo el método más empleado, ya que permite intercambiar información compleja y detallada. No obstante, para estar al tanto de las últimas promociones y comunicados, es una buena idea el manejo de redes sociales y la consulta de los perfiles de las principales agencias de venta de activos. Además de las ya mencionadas inmobiliarias existen portales con un gran número de usuarios que tienen presencia en diversos medios sociales.
Mención aparte merecen la apps desarrolladas para smartphone por ciertos portales de venta de casas. Desde hace aproximadamente un año y medio, las búsquedas de pisos realizadas desde teléfonos móviles se ha situado por encima del 50% de las búsquedas totales. Se trata de una tendencia que ha conducido a la aparición exponencial de aplicaciones específicas que ofrecen herramientas similares a las de sus homólogos web. Con un diseño algo más sencillo e intuitivo, las apps permiten la búsqueda de inmuebles en cualquier momento y lugar.
Pero la revolución que ha supuesto Internet en la búsqueda y comparación de viviendas no termina aquí. Al continuo nacimiento de nuevas herramientas se suma la reutilización de recursos digitales ya conocidos. Pensemos, por ejemplo, en usar el popular Google Maps para visualizar la localización del piso o las características de su entorno próximo. Al final, el objetivo siempre es recabar la máxima información posible a un simple golpe de teclado o ratón.