Cuando utilizamos Internet para darnos de alta en algún servicio o realizar alguna compra estamos acostumbrados a tener que aceptar con un check los términos de uso o ciertas condiciones de servicio y lo hacemos rápidamente y sin ninguna preocupación.
Ante la falta de atención de los consumidores al “aburrido” texto legal que contienen estos enlaces, la empresa británica de wi-fi gratis Purple ha realizado una acción en la que pone de manifiesto los peligros que entraña firmar sin leer lo que uno aprueba.
La compañía ha conseguido que 22.000 personas acepten hacer servicios comunitarios a cambio de su servicio de acceso a wi-fi gratis incluyendo esta cláusula en los términos y condiciones del servicio.
Durante 2 semanas, Purple incluyó en este texto que al aceptar los términos, el usuario se comprometía a dedicar 1000 horas de trabajos comunitarios. Todos los que no se molestaron en leer el documento, que no fueron pocos, aceptaron realizar los siguientes trabajos especificados claramente en las condiciones:
- Limpiar excrementos de animales en parques locales
- Abrazar a perros y gatos callejeros
- Desatascar manualmente tuberías atascadas
- Limpiar letrinas portátiles en conciertos y festivales
- Pintar cáscaras de caracoles para alegrar su existencia
- Limpiar chicles pegados de las aceras
La empresa ha declarado posteriormente que no reclamará a ninguno de sus 22.000 clientes las horas de trabajo que firmaron para realizar estos servicios.
Igual que las compañías tienen la obligación de redactar y tener en un lugar visible los términos y condiciones en el momento de la contratación de un servicio online, los usuarios debemos acostumbrarnos a leer lo que firmamos. Purple pretende con esta acción concienciar a los usuarios para que no acepten tan “alegremente” las condiciones (que no deja de ser un tipo de contrato).
Esta puesta en escena ha servido a la empresa para mejorar su imagen de marca, posicionándose como una compañía muy trasparente con el consumidor. Para conseguirlo también ha anunciado que es uno de los operadores que ya se ha adherido al nuevo programa General Data Protection Regulation (GDPR), aunque la fecha obligatoria no sea hasta mayo de 2018, una iniciativa europea que consiste en que las empresas simplifiquen sus términos y condiciones para que resulten más accesibles para el consumidor y mejorar así la su transparencia.