• Los wearables y el big data transformarán nuestras vidas pero también pondrán en riesgo el concepto de privacidad de los usuarios.
"Cada vez que respires, cada vez que te muevas, te estaré observando", cantaba Sting en su célebre tema, anticipándose a un hecho que empieza a preocupar a los expertos, la privacidad de los usuarios.
Con multitud de dispositivos interconectados (móviles y wearables), perfiles personales en redes sociales y un sinfín de aplicaciones utilizadas, son millones y millones los datos que son recolectados continuamente y posteriormente utilizados con fines publicitarios y comerciales.
Muchos de estos datos tienen poca utilidad real pero algunos están siendo aprovechados por las empresas para conocer en profundidad los gustos e intereses de los ciudadanos, algo que puede resultar preocupante, si estos datos resultan determinantes para conseguir por ejemplo, un puesto de trabajo.
Este fue el tema elegido por Edith Ramírez, presidenta de la Comisión Federal de Comercio en su discurso del pasado martes en el Consumer Electronics Show.
"Los dispositivos conectados que proporcionan mayor comodidad y ayudan a mejorar los servicios de salud, también están recolectando, transmitiendo, almacenando y compartiendo grandes cantidades de datos sobre el consumo, algunos de ellos muy personales, creando así una serie de riesgos para la privacidad", dijo Edith Ramírez al tiempo que señaló que la integración de estos dispositivos en los hogares, automóviles, e incluso de los propios usuarios dará a las empresas un mayor conocimiento de los detalles más íntimos de nuestras vidas.
Cada vez que hacemos una búsqueda en la red, opinamos en una red social, descargamos una app y aceptamos unas condiciones de servicio que generalmente ni siquiera leemos, estamos cediendo una ingente cantidad de datos de manera apenas consciente, que empresas como Google y Facebook están rentabilizando a cambio de lucrativos contratos comerciales.
Sin embargo "el verdadero valor de estos datos reside en sus usos no previstos" señaló Edith Ramírez.
Los robos de datos y filtraciones son otro grave problema al que se enfrentan las empresas y expertos en seguridad informática. El reciente ciberataque sufrido por Sony, en el que fueron robados y publicados miles de datos personales de la compañía es una buena muestra de ello. Por otra parte aún falta madurez por parte de los usuarios que suben datos a las redes de forma indiscriminada a las redes sociales, como las fotos íntimas que fueron recientemente hackeadas en Snapchat.
Sony y Uber son algunas de las empresas que ahora se enfrentan a las demandas de los propios empleados y afectados que han visto comprometida su privacidad, acusadas de una mala gestión de la seguridad y protección de los datos personales.
Los datos personales recolectados seguirán incrementándose con el desarrollo del "Internet de las cosas". Las empresas podrán en teoría conocer nuestros hábitos y actividades en el trabajo, en casa o mientras conducimos nuestro vehículo.
Por todo ello es necesario que el desarrollo tecnológico vaya acompañado de las medidas de seguridad adecuadas, las buenas prácticas empresariales y una toma de conciencia por parte de la sociedad que permita minimizar los riesgos y preservar la privacidad de los usuarios.