Incluso antes de salir a la venta, el nuevo producto de Google empieza a encontrar problemas relacionados con el derecho a la intimidad y la privacidad.
Una mujer denunció ser atacada el mes pasado por un individuo, en un bar del barrio Lower Haigth en San Francisco llamado Molotov, simplemente por llevar puestas las gafas de Google.
El temor a este tipo de conflictos se ha extendido por la ciudad y ahora es un bar, también en San Francisco, llamado The Willows, el primero en prohibir expresamente el uso del dispositivo en su establecimiento.
El usuario de Instagram, brokeassstuart, publicó la fotografía en su cuenta mostrando un cartel pegado en la puerta de entrada del bar que dice textualmente:
"Nuestros clientes habituales no desean ser grabados mientras se divierten en The Willows.
Les rogamos amablemente que se las quiten antes de entrar"
Imagen: Instagram/brokeassstuart
Aunque no se dice nada respecto a teléfonos móviles u otros dispositivos de grabación se da por entendido que el objetivo es proteger la intimidad de los clientes.
Tim Ryan, propietario del establecimiento ha comunicado a Business Insider, que su decisión es resultado del suceso ocurrido en el bar Molotov.
"Puesto que aún no existe una regulación para este producto y no sabemos qué es lo que la gente puede o no puede hacer con él (grabar o publicar posteriormente en la red sin aprobación de los clientes), pensamos que lo mejor y más seguro es recurrir a la prohibición de su uso", explicó Ryan.