La mayoría de los usuarios que descargan alguna de las cientos de miles de aplicaciones disponibles en la Play Store, piensan que están obteniendo algo gratis, simplemente lo instalan y no se plantean más. Algunos incluso llegarán a quejarse por los molestos anuncios que constantemente se muestran en la pantalla del móvil, sin pararse a pensar, ¿por qué alguien iba a regalarme esto a mí?, ¿quién paga todo este tinglado?
Pues bien la respuesta es bastante sencilla: los anunciantes.
Como tantas otras veces, es la publicidad quien sostiene el negocio, abarata los costes o hace accesible aquello que de otra forma muchas personas no podrían pagar.
Algo que en principio es bueno, tiene también su parte negativa: la publicidad que se muestra en las pequeñas pantallas de nuestro móvil no sólo puede resultar intrusiva o molesta sino que se trata mensajes no solicitados, de temas que a menudo no nos interesan, ralentizan el funcionamiento del dispositivo, entorpecen el uso de la aplicación y acumulan datos sobre nuestros intereses y comportamiento, vulnerando nuestra privacidad.
Google quiere poner un poco de orden en todo esto, aplicando un mayor control sobre los tipos de publicidad y anuncios que se muestran en las aplicaciones.
El objetivo es acabar con la publicidad engañosa, eliminando los anuncios de sexo explícito, violencia, acoso, actividades ilegales, juegos de azar, fraudes, estafas o productos potencialmente peligrosos para el dispositivo que puedan contener virus y otros tipos de software malicioso.
La compañía ha publicado las nuevas directrices en sus Condiciones para desarrolladores de Google Play, explicando que a partir de ahora los desarrolladores serán quienes tienen que controlar con qué empresa y anunciantes trabajan para no violar las nuevas normas.
En algunos casos las advertencias son muy explícitas: los anuncios intersticiales solo podrán mostrarse dentro de la aplicación en la que vienen incluido, o queda terminantemente prohibido obligar al usuario a hacer clic en anuncios o enviar información personal con fines publicitarios para utilizar una aplicación de forma completa.
Si se incumple alguna de estas normas Google retirará la aplicación de la Play Store y si las infracciones son reincidentes puede llegar a cancelar totalmente la cuenta del desarrollador.